La dueña, Lucia Domínguez me parece una sin vergüenza, me dio cita con un mes de antelación para darme la caña de azúcar antes de mi boda y cuando llegue al establecimiento no estaba y no me había avisado, me deja completamente tirada, las empleadas la llamaron por teléfono y me dijo que no podía venir, me recomendó para que lo hiciese una de sus empleadas que se lo hacía supuestamente siempre a ella y no creo ni que fuese verdad, al parecer se lo había hecho dos veces contadas, así que si tenéis un evento importante no recomiendo que contéis con ella.